La Santa Misa es la oración más poderosa que existe, centro y culmen de la vida cristiana (cf. Catecismo, 1324). Al ofrecer un Novenario de Misas acompañas con nueve días de gracia y súplica a quien más lo necesita, confiando en la infinita misericordia de Dios.
Sea para tus difuntos o por intenciones especiales de salud, conversión, gratitud o petición, esta forma de oración es un acto concreto de caridad y fe.
El Novenario es una antigua tradición católica de celebrar nueve Misas consecutivas por una intención.
✔️ Suele ofrecerse especialmente por los fieles difuntos, como oración de intercesión para su purificación y encuentro con Dios.
✔️ Pero también se puede ofrecer por los vivos: por sanación, necesidades urgentes, cumpleaños, agradecimientos o peticiones especiales.
Así nos enseña el Catecismo: “La Iglesia ofrece el sacrificio eucarístico también por los fieles difuntos para que, purificados, puedan llegar a la visión beatífica de Dios” (CIC 1032).
La Escritura nos enseña a orar incesantemente (1 Tes 5,17) y a interceder por los difuntos (2 Mac 12,46).
El Concilio de Trento reafirmó: “En el sacrificio de la Misa se ofrece a Dios un verdadero sacrificio propiciatorio por los vivos y por los difuntos” (Dz 940).
El YouCat nos recuerda: “Al ofrecer la Santa Misa por alguien, confiamos esa persona de modo especial al poder salvador de Cristo” (YouCat 280).
La Misa no es solo un símbolo: es la actualización del único sacrificio de Cristo en el Calvario (cf. CIC 1366).
Cada Misa es participación real en el misterio pascual. San Juan Pablo II decía:
“La Eucaristía es el acto de amor más grande de Cristo hacia la humanidad.”
Ofrecer un Novenario de Misas es multiplicar este amor nueve veces sobre tu intención.
Gracias a los estipendios de Misa, la Fundación Pontificia ACN apoya cada año a más de 40.000 sacerdotes en zonas pobres, perseguidas o necesitadas.
Tu ofrenda no solo lleva gracias espirituales a quien amas: también fortalece a la Iglesia donde más lo necesita.
“El sacerdote que celebra tu Misa Novenario ora contigo y por tu intención, convirtiéndose en puente de esperanza.”
«Ofrecer Misas por nuestros difuntos es el acto más grande de amor que podemos hacer por ellos.”
— San Alfonso María de Ligorio