La Misa es el sacrificio de Cristo actualizado sacramentalmente para nuestra salvación. En cada Eucaristía, Jesús se ofrece por amor al Padre y por la redención del mundo.
“La Eucaristía es ‘fuente y culmen de toda la vida cristiana’” (Lumen Gentium, 11).
Según el Catecismo (CIC 1323): Nuestro Salvador instituyó el Sacrificio eucarístico de su Cuerpo y de su Sangre para perpetuar por los siglos el Sacrificio de la Cruz.
Es el momento más alto de oración y comunión con Dios. Al ofrecer una Misa participas en el acto redentor de Cristo.
Ofrecer una Misa es un acto de amor y fe. Desde los primeros siglos, los cristianos han presentado intenciones particulares en la Eucaristía, confiando en su eficacia única.
En 1 Timoteo 2,1 se nos exhorta: “Que se hagan súplicas, oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres”.
El Catecismo (CIC 1367) enseña que en la Misa “el sacrificio de Cristo y el sacrificio de la Eucaristía son un único sacrificio”.
Según el YouCat (YouCat 212): “En la Santa Misa, podemos encomendar a Dios todas nuestras preocupaciones, sufrimientos y alegrías”.
Al ofrecer una Misa confías tus intenciones al corazón de Cristo que se inmola por nosotros.
✅ Por los vivos:
✅ Por los difuntos:
✅ Por la Iglesia y el mundo:
💬 “La oración de la Iglesia, sobre todo en la Eucaristía, tiene un poder universal” (CIC 2634).
Tu intención ayuda más de lo que imaginas.
Al solicitar una Misa a través de ACN, tu estipendio no es solo una ofrenda espiritual, sino también un apoyo material para sacerdotes en comunidades pobres, perseguidas o necesitadas.
Cada año, más de 40.000 sacerdotes en 140 países reciben ayuda gracias a los estipendios de Misa.
Así, tu intención se convierte en ayuda concreta: sostiene la misión, fortalece comunidades y lleva esperanza donde más se necesita.
🌍 Con ACN, tu oración se vuelve solidaridad.
“Nada puede compararse con el valor infinito de la Santa Misa.” — San Juan María Vianney
“Ofrecer una Misa es el acto más grande de amor por aquellos a quienes llevamos en el corazón.”