La Iglesia dedica el mes de julio a honrar a la Virgen del Carmen, patrona de las almas del Purgatorio. Ella, Madre compasiva, ha prometido su protección maternal a quienes visten su escapulario y confían en su intercesión, especialmente a la hora de la muerte.
La llamada Promesa Sabatina, revelada a San Simón Stock, expresa que la Virgen liberará del Purgatorio, el sábado siguiente a su muerte, a quienes lleven su escapulario con devoción, vivan en gracia y recen por los difuntos.
“Yo, Madre de gracia, descenderé el sábado después de su muerte, y a cuantos hallare en el Purgatorio los libraré y los conduciré al monte santo de la vida eterna.” (Promesa Sabatina de la Virgen del Carmen)
Con esta esperanza, en ACN te invitamos a ofrecer una Santa Misa por las almas de tus seres queridos durante este mes dedicado a Nuestra Señora del Carmen. Es un acto de caridad que ayuda a sus almas a llegar a la luz eterna y fortalece nuestra comunión de amor con ellos.
✅ Devoción Mariana: en julio honramos a la Virgen del Carmen, quien ha sido invocada por siglos como Consuelo de los afligidos y Socorro de las almas del Purgatorio.
✅ Caridad Eterna: ofrecer Misas por los difuntos es la forma más perfecta de interceder por ellos. La Santa Misa tiene un valor infinito como sacrificio redentor.
✅ Promesa de Esperanza: la Virgen del Carmen ofrece su amparo maternal a las almas del Purgatorio, especialmente en el contexto de la Promesa Sabatina.
✅ Unión espiritual: la Iglesia nos enseña que somos un solo Cuerpo en Cristo. Con nuestra oración y sacrificio participamos activamente en la redención y purificación de quienes nos han precedido.
San Agustín:
“No llores si me amas: tu oración me ayudará y me acercará a la luz de Dios.”
Santa Teresa de Jesús:
“Es gran caridad rogar por las almas del Purgatorio, porque no pueden ya ganarse nada para sí.”
San Alfonso María de Ligorio:
“Las almas del Purgatorio son las esposas de Jesucristo y sus queridas amigas. Es cosa justa y santa socorrerlas con nuestras oraciones y sufragios.”
San Juan Pablo II:
“En la Virgen del Carmen encontramos la tierna y solícita Madre, que acompaña a los hijos de Dios en el camino de la fe y hacia la casa del Padre.”
Con tu ofrecimiento, no solo elevas una intención al Cielo:
también apoyas a más de 40.000 sacerdotes que celebran la Eucaristía en zonas de pobreza, persecución o aislamiento.
Cada estipendio de Misa:
• Sostiene la labor pastoral en hospitales, prisiones, selvas o aldeas remotas
• Da consuelo a enfermos y esperanza a comunidades olvidadas
• Fortalece a quienes arriesgan su vida por anunciar el Evangelio
«Cuando ofrezco la Santa Misa por mis padres difuntos siento que el amor no se ha terminado. Es el regalo más precioso que puedo darles: el Amor mismo de Cristo.»
Haz tú también este acto de amor. Ofrece hoy una Misa por tus seres queridos difuntos. Une tu oración a la poderosa intercesión de Nuestra Señora del Carmen.
Padre Eterno, te ofrezco la Preciosísima Sangre de tu Divino Hijo Jesucristo, en unión con todas las Misas celebradas hoy en el mundo entero, por todas las almas del Purgatorio, por los pecadores en todas partes, por los pecadores en la Iglesia universal, por los de mi hogar y mis seres queridos. Amén.