La Misa Gregoriana es una antigua y venerada tradición de la Iglesia: 30 Misas consecutivas ofrecidas por el eterno descanso de un alma difunta. Es un acto de amor y fe en la Comunión de los Santos, que alivia el dolor de la separación y fortalece la esperanza cristiana en la vida eterna.
Las Misas Gregorianas son 30 misas consecutivas por el alma de un difunto, celebradas sin interrupción por un solo sacerdote. Esta práctica se remonta al siglo VI y al testimonio de San Gregorio Magno.
Cuenta San Gregorio en sus Diálogos que, tras mandar celebrar 30 misas seguidas por el alma del monje Justo, por revelación tuvo la certeza de que el alma del monje había sido liberada del Purgatorio:
«Al cumplirse las 30 misas, se apareció diciendo que había sido liberado del castigo.» — San Gregorio Magno, Diálogos IV, 55.
Esta devoción fue aprobada por la Iglesia, con la condición de que se celebren efectivamente 30 misas sin interrupción.
El Catecismo de la Iglesia Católica enseña:
«La Iglesia ofrece por los difuntos sufragios, en particular el santo sacrificio de la Eucaristía, para que, purificados, puedan alcanzar la visión beatífica de Dios.» (CIC 1032)
San Alfonso María de Ligorio afirma:
«Una sola Misa bien aplicada ayuda más al alma que muchas oraciones privadas.»
Santo Tomás de Aquino enseña:
«El sacrificio de la Misa obra principalmente en beneficio de los muertos para la remisión de sus penas.» (S. T., III, q. 79, a. 7)
✅ Para ayudar a un alma a purificarse y alcanzar la visión de Dios.
✅ Para expresar amor y gratitud por nuestros seres queridos.
✅ Para fortalecer nuestra esperanza en la resurrección.
✅ Para unirnos en oración a toda la Iglesia.
Es una obra de misericordia espiritual: «Rogar por los vivos y difuntos» (CIC 2447).
Apoyo directo a sacerdotes en misión, quienes celebran estas misas y llevan el Evangelio donde la Iglesia sufre.
«Ofrecer una Misa Gregoriana es un acto de amor y fe que une el cielo y la tierra, y consuela profundamente el corazón de quien ama.»
Para que tengan valor de Misa Gregoriana:
Por eso la ofrenda es especial: garantiza el compromiso y sostenimiento del celebrante durante 30 días.
Si deseas otras opciones de sufragio y oración, también ofrecemos:
«Pidan y se les dará» (Mt 7,7).
Sufragio muy valorado por las familias para honrar la memoria de un ser querido.