Beirut: ACN ofrece una ayuda de emergencia en comida por valor de 250.000 euros #PrayForBeirut
Los testigos comparan la explosión con una «bomba atómica»
Un paquete de alimentos de emergencia por valor de 250.000 euros será llevado a Beirut por la Fundación Ayuda a la Iglesia Que Sufre tras la gran explosión de ayer (4 de agosto de 2020).
La subvención de ACN se destinará a las familias pobres más afectadas por la explosión que devastó la zona portuaria de la capital libanesa. Al menos 100 personas murieron y otras 4.000 resultaron heridas al explotar 2.750 toneladas de nitrato de amonio almacenadas en una bodega.
Hablando desde Beirut, el socio de proyectos de ACN, el padre Raymond Abdo, dijo: «La explosión se sintió como una bomba atómica con humo rojo por todas partes y enormes daños».
El experto de ACN en Líbano, el padre Samer Nassif, dijo que la zona cristiana de Beirut estaba «completamente devastada», con al menos 10 iglesias destruidas, 300.000 personas sin hogar y muchas otras sufriendo, con los medios de vida «totalmente destruidos» por la explosión. Dijo que: «Ayer, en un segundo, se produjeron más daños en la zona cristiana de Beirut que en todos los largos años de la guerra civil. «Tenemos que construirlo de nuevo desde cero.»
Los padres Abdo y Nassif dijeron que, tras la larga crisis económica y el coronavirus, el Líbano no está preparado para hacer frente a la emergencia y la ayuda internacional que se necesita es urgente para satisfacer las necesidades básicas de la población.
En «Un llamado a los países del mundo» enviado hoy (miércoles 5 de agosto), el Patriarca Maronita Cardenal Bechara Boutros Rai, presidente de la Conferencia de Patriarcas y Obispos Católicos del Líbano, dijo: «Beirut es una ciudad devastada. Beirut, la prometida de Oriente y el faro de Occidente, está herida. Es un escenario de guerra, hay destrucción y desolación en todas sus calles, sus distritos y sus casas.»
El Padre Abdo describió cómo en un convento no lejos de su monasterio, una religiosa enferma y anciana murió a causa de sus heridas por la explosión. El sacerdote carmelita dijo que ella era la única que no estaba en el comedor del convento en el momento de la explosión y que, si los demás hubieran estado en sus habitaciones, muchos habrían muerto o habrían sido gravemente heridos.
Ayuda a la Iglesia que Sufre hace un llamado a la oración y a la caridad concreta por las víctimas y sus familias.