Apoyamos a la Iglesia donde sufre pobreza, discriminación y persecución
Apoyamos a diócesis enteras verdaderamente necesitadas en el mundo y a congregaciones religiosas sin distinción en su labor evangelizadora. Apoyamos también a los cristianos perseguidos en tantos países, a causa de su fe en Jesucristo y a miles de personas en situación de emergencia, amparadas por las iglesias locales.
Para ello, llevamos a cabo campañas de sensibilización, oración y captación de fondos en Colombia y en 22 países más donde Ayuda a la Iglesia que Sufre está presente.
La generosidad de nuestros benefactores hace posible que financiemos cada año alrededor de 5.000 proyectos de carácter pastoral (sostenimiento y formación de sacerdotes y religiosos, formación de catequistas y laicos, construcción y reconstrucción de iglesias, vehículos y medios de comunicación para la evangelización, material catequético) y excepcionalmente, ayuda de emergencia.
Qué hacemos en el mundo
Datos 2022
FINANCIAMOS
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AYUDAMOS A
DIÓCESIS
GRACIAS A
BENEFACTORES
1. FORMAS DE AYUDA DE MÁS IMPACTO EN 2022

2. DISTRIBUCIÓN DE LA AYUDA POR ÁREAS GEOGRÁFICAS

2022, ayudar a Ucrania y al mundo en tiempos difíciles
La Fundación Pontificia internacional Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN), ha obtenido una recaudación global histórica: 145.995.491 euros, gracias a ti y a los miles de benefactores de la Fundación entre las 23 oficinas nacionales que la representan, financiando un total de 5.702 proyectos pastorales y de emergencia, en 1.199 diócesis de 128 países. Además, este año 2022 hemos celebrado 75 años de existencia.
Con la ayuda de 364.695 benefactores en todo el mundo hemos destinado el 10% del importe total para la financiación de proyectos, a la Iglesia en Ucrania, para socorrer a la población en guerra. El apoyo a Europa Central y del Este fue del 17,7%. África recibió el 31,5% de la ayuda. Es región prioritaria por el aumento de creyentes y vocaciones y por la violencia islamista. A Asia, donde los cristianos son casi siempre discriminados y perseguidos, y a Oceanía, se destinó el 14,6% de la ayuda. Oriente Medio (18,1%) sigue necesitando ayuda urgente para detener el éxodo de cristianos. La ayuda a Iberoamérica fue del 16,7%. La migración, las sectas y los gobiernos hostiles a la Iglesia son retos importantes para la Iglesia allí.
Es una bendición para todos los que somos parte de ACN, constatar que el puente de ayuda mutua que se establece entre la Iglesia que sufre y el resto de la Iglesia universal se vuelve cada año más amplio, más sólido y más fraterno.

P. Maksym con chaleco antibalas, párroco del Sagrado Corazón de Jesús en la ciudad de Kherson, Ucrania.