En un arriesgado viaje a Cabo Delgado, región del norte de Mozambique duramente golpeada por la violencia del terrorismo yihadista, el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin, expresó la cercanía del Papa León XIV y de la Iglesia universal a la comunidad cristiana local. Durante su visita, agradeció además la labor de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) en favor de las víctimas del conflicto.
El cardenal Parolin concluyó recientemente su estancia en esta región, marcada desde 2017 por una cruenta insurgencia yihadista que ha dejado más de 6.300 muertos y cerca de un millón de desplazados.
Una Iglesia perseguida en medio de la violencia
Aunque Mozambique es mayoritariamente cristiano, la provincia de Cabo Delgado cuenta con una población mayoritariamente musulmana y ha sido escenario de una violencia extrema en los últimos años.
Según Mons. António Juliasse, obispo de Pemba —diócesis que abarca Cabo Delgado—, más de 300 católicos han muerto en los últimos ocho años, 34 de ellos solo en 2025, en su mayoría decapitados.
«No estáis solos»
Durante su encuentro con la comunidad cristiana local, el cardenal Parolin transmitió un mensaje de consuelo y esperanza, hablando en portugués:
“He venido a deciros a todos, hombres y mujeres del pueblo de Dios que vivís en Cabo Delgado, que no estáis solos. ¡No estáis solos! El Santo Padre y la Iglesia unida y universal están con vosotros. Vuestro sufrimiento, vuestros miedos, pero también vuestras esperanzas están en el corazón de la Madre Iglesia y ocupan un lugar especial en el corazón del sucesor de Pedro”.
El purpurado destacó especialmente el testimonio de fe de quienes han permanecido firmes en medio del dolor:
“Los heroicos testigos de fe de tantos de nuestros hermanos y hermanas que han permanecido fieles a Cristo en estos tiempos de dolor y conflicto, y también de aquellos que fueron asesinados sin negar el nombre de Jesús”.
Testimonios de dolor y esperanza
El secretario de Estado del Papa León XIV se mostró profundamente conmovido al escuchar los relatos de personas cuyas vidas han sido devastadas por la violencia, entre ellos el testimonio de un cristiano que perdió a tres hermanos y a un tío a manos de los terroristas.
También escuchó a religiosos que continúan su misión en las zonas más peligrosas, arriesgando sus propias vidas para servir a Dios y a la comunidad.
Según relató Mons. Juliasse a ACN:
“El cardenal Parolin saludó a los desplazados uno a uno, dándoles la mano y bendiciendo a sus hijos. Era como si quisiera abrazar a cada uno de ellos y tocar sus heridas más profundas, para poder participar en su sufrimiento y en su esperanza”.
La visita, un gesto de apoyo concreto
El obispo de Pemba afirmó que, durante los dos días de visita, el cardenal pudo conocer de primera mano lo que significa:
“Ser una Iglesia en un contexto de violencia yihadista, una Iglesia perseguida, una Iglesia sufriente”.
Por su parte, el padre Eduardo Roca, responsable del diálogo interreligioso en la diócesis de Pemba y socio de proyectos de ACN, subrayó la importancia de este acompañamiento:
“La visita del cardenal proporciona al clero local y a los catequistas la fuerza moral para saber que nunca estaremos solos, que la Iglesia está preocupada, que nos acompaña y que nos protege. Cuando estás en una misión como esta, con tanta violencia y tantas amenazas, es crucial sentir que la Iglesia está presente”.
El reconocimiento al trabajo de ACN
Desde el inicio de la insurgencia, ACN ha apoyado a la diócesis de Pemba, brindando atención al trauma, ayuda de emergencia y recursos para que los agentes pastorales puedan continuar su labor.
El cardenal Parolin expresó explícitamente su agradecimiento:
“Ahora veo el papel que ACN está desempeñando aquí, ¡y es muy bueno!”.
Recordó además su relación previa con la fundación cuando fue nuncio apostólico en Venezuela (2009–2013):
“Tuvimos muchas oportunidades de cooperar entonces”.
Dirigiéndose directamente a ACN, añadió:
“Por favor, seguid apoyando y ayudando a estas comunidades que están en tanta necesidad. Realmente tenemos que mostrarles la solidaridad de la Iglesia universal de una manera muy concreta, y eso es lo que estáis haciendo”.
Una visita con fuerte significado histórico
La visita del cardenal Parolin a Cabo Delgado se realizó en el marco de un viaje de cinco días a Mozambique, del 5 al 10 de diciembre, con motivo del 30.º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Mozambique y la Santa Sede, tras el tratado de paz mediado por la Iglesia que puso fin a décadas de guerra civil en el país.