El arzobispo mayor ucraniano, Su Beatitud Shevchuk, lanza un mensaje de esperanza en Nueva York
La cabeza de la Iglesia greco-católica ucraniana ha trasladado un poderoso mensaje de esperanza en una misa celebrada en favor de la Iglesia perseguida en la catedral de San Patricio de Nueva York. Dicha misa ha sido organizada por Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) para sensibilizar acerca del calvario que atraviesa Ucrania.
A pesar de la tragedia que afrontan millones de ucranianos debido a la guerra con Rusia, el arzobispo mayor Sviatoslav Shevchuk, cabeza de la Iglesia greco-católica ucraniana -la mayor de las Iglesias católicas orientales en comunión con Roma- ha subrayado la importancia de la esperanza para la fe cristiana a medida que la Pascua se acerca.
En su homilía durante una celebración en la catedral de San Patricio, ha destacado el significado de esta virtud frente a la tragedia y la desesperación: Cristo es nuestra esperanza. Sus palabras y su amor son nuestra esperanza. Su muerte y resurrección son nuestra esperanza”, ha resaltado Su Beatitud. “La esperanza es lo que necesitamos todas y cada una de las almas que navegan por los retos de la vida y momentos de desesperación. Todos los que nos enfrentamos a nuestros propios pecados ¡Todos necesitamos esperanza! Y esperanza es lo que anhela el corazón de mi gente”.
La misa, celebrada el 10 de marzo, fue presidida por el cardenal arzobispo de Nueva York, Mons. Timothy Dolan, quien se mostró agradecido por la tradición de celebrar una misa de intercesión por los cristianos perseguidos, coordinada por la fundación Ayuda a la Iglesia que Sufre: “Es una espléndida iniciativa que aporta un apoyo muy necesario a los cristianos que sufren en el mundo entero. Nos reunimos aquí sobre todo para rezar por los que sufren por su fe”.
Este es el tercer año de la iniciativa ‘Valentía en la fe’, en la que ACN dedica cada Cuaresma una semana a la difícil situación de la Iglesia perseguida en todo el mundo. Este año Ucrania forma parte de la Campaña de Cuaresma 2024 de la fundación.
Regina Lynch, presidenta ejecutiva de ACN International, habló antes de la misa para explicar que el apoyo de ACN a la Iglesia perseguida es tan vital como siempre: “Los perseguidores han cambiado, pero sigue habiendo persecución en este siglo”.
Tras la celebración, el arzobispo mayor obsequió al cardenal Dolan y a Regina Lynch con un trozo -de metralla proveniente de un dron que tenía como objetivo la residencia del arzobispo en Kiev- un gesto simbólico para demostrar la adversidad que afrontan los cristianos. Su Beatitud también entregó un tradicional huevo de Pascua ucraniano, símbolo de esperanza, para demostrar que, a pesar de las adversidades a las que se enfrenta el mundo, los cristianos permanecen inquebrantables en su fe.
El observador permanente de la Santa Sede ante la ONU, el arzobispo Gabriele Caccia, también estuvo presente en la misa, mostrando así la solidaridad de la Iglesia católica universal con la Iglesia perseguida.
La fundación pontificia ACN, que lleva mucho tiempo apoyando a la Iglesia católica en Ucrania, ha dedicado su Campaña de Cuaresma 2024 para sensibilizar sobre la situación en Ucrania y conseguir fondos de ayuda para este país. Desde la invasión rusa a gran escala en febrero de 2022, ACN ha destinado más de 15 millones de euros al apoyo a Ucrania a través de más de 600 proyectos.
Durante su homilía, el arzobispo mayor Shevchuk dio las gracias, entre otros, a ACN por la ayuda prestada a la Iglesia ucraniana: “Quiero expresar mi gratitud a los católicos de EE. UU. y de todo el mundo, a Su Eminencia el cardenal Dolan y a Ayuda a la Iglesia que Sufre por el apoyo que recibimos día a día”.
Asimismo, agradeció la generosidad de ACN hacia la Iglesia greco-católica ucraniana durante décadas, afirmando: “Muchos de nuestros obispos y la mayoría de nuestros sacerdotes han sido apoyados por becas de vuestros benefactores. ¡Yo mismo fui uno de esos afortunados estudiantes! Ayuda a la Iglesia que Sufre ha demostrado una extraordinaria generosidad con la Iglesia greco-católica ucraniana durante tres generaciones. Os damos las gracias por vuestras oraciones, vuestra ayuda y por defender nuestra causa. Por la gracia de Dios seguimos en pie. Gracias a Dios y a todos vosotros”.