Etiopía: Brindar una oportunidad a la paz
Un obispo indio, misionero desde hace años en Etiopía, ha lanzado un vehemente llamamiento a la reanudación de las conversaciones de paz entre el Gobierno y las fuerzas rebeldes para poner fin a un conflicto que se ha cobrado cientos de vidas y ha desplazado a decenas de miles de personas.
Mons. Varghese Thottamkara, vicario apostólico de Nekemte, en Etiopía, ha informado a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) de que la gente, atrapada entre el Gobierno y las tribus rebeldes de los oromos y gumuz, clama por la paz.
El obispo, cuyo vicariato en Etiopía occidental se considera el epicentro de la rebelión del Ejército de Liberación Oromo (OLA, por sus siglas en inglés), destaca el desplazamiento masivo de personas, la amenaza constante de secuestros para pedir rescate y los toques de queda impuestos en la ciudad de Nekemte y otros lugares.
En una visita a la oficina nacional de ACN en Reino Unido, el obispo Thottamkara ha asegurado: “La población está hartísima de sufrir. Necesitan una solución y por eso esperamos que estas conversaciones conduzcan a algo”. Y señala: “Tanto el Gobierno como las tribus deben pensar en el bien de la gente. […] El Gobierno tiene que decirles a los rebeldes algo más que: ‘Dejad las armas’. Hay que reintegrar a estas personas en la Policía y el Ejército. Hay que integrarlas en la sociedad”.
El OLA acusó la semana pasada al Gobierno de llevar a cabo una ofensiva militar contra ellos, después de que la primera ronda de conversaciones de paz de principios de este mes concluyera sin ningún resultado.
El obispo, que tras nueve años dejará Nekemte el mes que viene para convertirse en obispo de Balasore (India), indica que veinte de sus iglesias -alrededor del 20% del total- se han visto obligadas a cerrar por motivos de seguridad, y que muchos de sus sacerdotes corren peligro por pertenecer a la tribu oromo.
El obispo también ha referido dos incidentes en los que su vida corrió peligro: en uno de ellos, un coche que iba delante de él fue tiroteado, y en otra ocasión, él mismo fue asaltado por rebeldes fuertemente armados en una localidad por la que pasaba.
El obispo Thottamkara ha hablado de sacerdotes y religiosas secuestrados para pedir rescates y obligados a abandonar parroquias, entre ellas, las de Shambu, Anger Guten y Kamashi: “Es muy doloroso saber que nuestra gente, que soporta tantos problemas, no puede recibir los sacramentos”. Mons. Thottamkara afirma que, a falta de sacerdotes, muchos fieles dependen de los catequistas, y ha elogiado a Ayuda a la Iglesia que Sufre por financiar la formación y gastos de estos últimos.
Además, agradece a la fundación pontificia los estipendios de misa destinados a sacerdotes perseguidos y sin medios económicos, así como los programas en curso de formación del clero.