Una tragedia que marcó a la diócesis
En enero de 2025, la diócesis de Lwena, en el este de Angola, sufrió un golpe devastador. El rector del seminario propedéutico viajaba junto a dos jóvenes estudiantes rumbo a la capital, Luanda, a unos 750 millas (1.200 km) de distancia. Tras haber recorrido ya alrededor de 450 millas (700 km), el vehículo perdió una rueda delantera, salió de la carretera y se estrelló violentamente contra un árbol. Tanto el rector como los dos jóvenes estudiantes murieron en el acto.
El dolor del obispo ante la pérdida
El obispo Martín Lasarte sigue profundamente conmocionado por esta tragedia. En una carta, escribe:
«Apenas me enteré, me dirigí directamente al lugar del accidente y llevé de regreso los cuerpos de las víctimas a sus familias. Fue terriblemente doloroso».
Una pérdida irreparable para la formación sacerdotal
Actualmente, 48 jóvenes estudian en el seminario propedéutico —o preseminario—, una etapa preliminar antes de ingresar al seminario mayor. La trágica muerte del rector ha sido una pérdida inmensa, como explica el obispo:
«Ningún proyecto ni ningún dinero en el mundo podrá jamás reemplazar a un sacerdote tan extraordinario como el padre Loureiro. Fue un testimonio luminoso de fidelidad gozosa y entrega total».
Y añade:
«Huelga decir que no puedo pedirles un nuevo rector, tan excepcional sacerdote como era. Pero al menos puedo pedirles que nos apoyen con un nuevo vehículo».
Una necesidad urgente para el seminario y la misión pastoral
Esta solicitud es urgente, ya que el único vehículo del seminario quedó completamente destruido en el accidente. Además, un vehículo es esencial para el trabajo pastoral en la parroquia de Nuestra Señora de Fátima, atendida por los sacerdotes del seminario. Esta parroquia se encuentra en una región rural remota, donde las distancias son grandes y las condiciones de las carreteras, muy precarias.
Apoyo concreto para continuar la misión
¿Cómo podríamos rechazar este llamado del obispo Lasarte? Ya se le han enviado 30.000 euros para que pueda adquirir un vehículo nuevo y resistente, adecuado para las difíciles condiciones del terreno.
La formación de estos jóvenes —iniciada con tanta dedicación por el padre Loureiro— debe continuar, para que algunos de ellos puedan convertirse algún día en sacerdotes dignos y llevar a Jesucristo a los demás. Asimismo, los fieles católicos de la parroquia de Nuestra Señora de Fátima esperan la visita de su sacerdote.
¿Nos ayudarás a cubrir el costo de este nuevo vehículo?
Un mensaje de gratitud y esperanza
El obispo Lasarte ha escrito para expresar su agradecimiento:
«Estoy profundamente agradecido por todo lo que ACN ha hecho por nuestra diócesis. ¡Y que el Señor nos conceda muchos santos sacerdotes!»