Una de las prioridades de la fundación es sembrar esperanza allí donde sea posible.
La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) ha aprobado en el transcurso de los tres últimos meses (Abril-Junio) un total de 32 proyectos en Siria por una cantidad de 987.460 EUR para paliar las consecuencias de la guerra en los últimos seis años.
Homs, Alepo, Damasco, Lataquia, Marmarita, Hasake y Sadad son algunos de los lugares que se beneficiaran de los programas de ayuda. Las asistencias están dirigidas especialmente a socorrer y mantener a las comunidades cristianas que han permanecido en el país; sin embargo las iglesias locales no niegan obviamente asistencia a nadie, por lo cual las ayudas benefician asimismo a musulmanes sirios necesitados.
Aunque Siria ya no sea noticia destacada, diariamente la situación sigue siendo extremadamente difícil. La destrucción total especialmente de sitios como Alepo o Homs, no aplica sólo a las infraestructuras y los edificios, las personas se han convertido en morada del dolor, el miedo, la enfermedad y la muerte. Así una de las prioridades de la fundación es sembrar esperanza allí donde se pueda. Por eso cinco nuevos proyectos aprobados para Alepo están dedicados especialmente a los niños y los jóvenes. Por una parte las ayudas a dos colegios llevados por congregaciones de religiosas – uno de ellos con orfanato incluido – que han sufrido destrucción y ocupación desde 2012. El número de alumnos ha disminuido drásticamente porque muchas familias han huido o emigrado, para los que quedan es imposible afrontar los gastos. Actualmente casi el 69% de la población vive en la pobreza, con familias que ganan menos de dos dólares al día, y un 35% en extrema pobreza. Como explica la hermana misionera del Perpetuo Socorro, Christiane Camilla, que es encargada de una de las escuelas, sin la ayuda de ACN tendrían que cerrar el colegio y probablemente los 145 niños que han quedado – antes de la guerra eran mil – se verían también obligados a dejar Alepo.
Muchos jóvenes sufren profundamente por el temor, el aislamiento y la incertidumbre sobre el futuro. Los adolescentes están cada vez más frustrados debido a su acceso limitado a una educación de calidad. Motivo por el cual otros dos de los proyectos de la fundación en Alepo se orientan a reconstruir el hábitat de niños y jóvenes, muchos de ellos encerrados en sus casas por peligro de misiles y bombas durante los últimos cuatro años. Un polideportivo y una cancha de baloncesto en diferentes lugares de la ciudad, que eran lugares de reunión y encuentro para las minorías cristianas armenias y sirias antes del estallido del conflicto, podrán ser rehabilitadas para volver a ser zonas de juego seguras y atenuar un poco el profundo trauma que sufren.
Sin duda, la parte más costosa de los 32 proyectos aprobados por ACN son los dedicados a la ayuda de emergencia para permitir que las comunidades cristianas subsistan en la desesperada situación en la que se encuentran. La fundación ha prometido seguir apoyando con 230.000 € a la congregación de Jesús y María (Religious Sisters of Jesus and Mary) en su programa de ayuda para alimentación del que se benefician casi 2.200 familias desplazadas en Al Hassakeh y en Aleppo. Asímismo en el sur del país, en el llamado Valle de los Cristianos, serán dos proyectos (165.000 €) llevados a cabo por los Misioneros de San Pablo (Missionnaires de Saint Paul Société Pauliste). Estos proyectos beneficiarán mensualmente hasta finales de año a 250 estudiantes que no podrían seguir sus estudios universitarios sin una beca de estudio; a 340 familias incapaces de pagar los alquileres que han subido de forma exorbitante en la zona y a otras 75 beneficiarios que se encuentran en extrema necesidad, por ejemplo viudas o heridos de guerra.
Siendo fieles al carisma de la organización junto a nuevas ayudas para alimentación, electricidad, alquiler de casas y medicinas ACN no olvida la importancia de la ayuda pastoral, medicina y auxilio para el alma. Ejemplo de ello es la reparación de dos iglesias siro-ortodoxas en la histórica ciudad de Sadad (Saddad), tristemente conocida por las matanzas realizadas por rebeldes islamistas pertenecientes al Frente al-Nusra en 2013 y los ataques de ISIS en Noviembre de 2015 (ACN informó de ambos). Poco a poco los cristianos de una de las más antiguas comunidades cristianas del mundo, que todavía hoy habla en arameo, retornan a casa. La iglesia y casa parroquial de San Sarkis (Saint Sarkis) y las de San Jorge (Saint George) fueron dañadas y destruidas durante los ataques, la fundación se ha comprometido a buscar fondos para repararlas.
Muchos cristianos sirios han buscado refugio de la guerra en ciudades más seguras como Lataquia y Hama, por ello las infraestructuras de la iglesia local de estas ciudades se han quedado pequeñas o necesitan una reparación rápida, por eso cuatro parroquias de estas ciudades han pedido ayuda a ACN para renovar sus iglesias o las instalaciones adjuntas. A veces son pequeños proyectos, como el de la iglesia de Nuestra Señora de Lataquia, que con la llegada de 1.000 nuevas familias de refugiados de Alepo, Homs o Rakka necesita instalar un servicio de megafonía del que carecían antes en la comunidad originaria de 300 familias.